sábado, 24 de marzo de 2018

El símbolo: la Cruz de Borgoña



No hay tema más interesante que el conocimiento de los propios símbolos. Aquí y ahora nos centraremos en uno concreto tan importante que le llamaremos “el símbolo”. La Cruz de Borgoña, una bandera legendaria...

La importancia de los símbolos patrios queda fuera de toda duda. Por algo han sido legados de generación en generación, de padres a hijos. La memoria de nuestra patria común la debemos preservar nosotros mismos. Cada pueblo es el responsable de la conservación de su historia.
Lo primero en ser atacado son los símbolos. Y por lo tanto, son lo primero que deben ser defendidos. Sin dudar. Siempre.

Hay un símbolo central en la historia de España, así como de cualquier nación: su bandera. La actual todos la conocemos pero… ¿Y la anterior? La bandera que ondeó sobre los Tercios de Flandes, a lado y lado del océano fue la Cruz de Borgoña. Las Aspas. La Cruz de San Andrés.

Para conocer la historia de esta bandera, recurriremos a textos de distintas fuentes, adornados con obras de Jose Ferre Clauzel, Augusto Ferrer-Dalmau y diferente material histórico.




1. Una pica en Flandes. “La Cruz de Borgoña: el viejo símbolo de España”

Tras el matrimonio de Juana I de Castilla, hija de los Reyes Católicos, y Felipe «el Hermoso», el archiduque de Austria, se adoptó un elemento común para las banderas españolas de la época: la Cruz de Borgoña.



Esta enseña, usada tradicionalmente por la Casa de Borgoña, emplea como elemento central la llamada Cruz de San Andrés, una cruz en forma de aspa (con dos ángulos agudos y dos ángulos obtusos) que representa el martirio de este apóstol. Según una tradición muy antigua, San Andrés fue crucificado en Patrás, capital de la provincia de Acaya, en Grecia. Lo amarraron a una cruz en forma de X y allí estuvo padeciendo durante tres días, los cuales aprovechó para predicar e instruir en la religión a todos los que se le acercaban.

No en vano, desde la llegada de la dinastía de los Austria, que a su vez estaba emparentada con la Casa de Borgoña, la Cruz de San Andrés fue adoptada para identificar a los ejércitos españoles. En tierra, esta bandera ondeó probablemente por primera vez como insignia española en la batalla de Pavía en 1525 (aunque las aspas rojas eran lisas, sin nudos, y el ejército de Carlos I era más bien hispano-germano), y es la más característica de las utilizadas por los tercios españoles y regimientos de infantería del Imperio español durante los siglos XVI, XVII, XVIII y comienzos del XIX.

Paulatinamente, salvo ligeras variaciones en sus colores –por ejemplo, Felipe II dispuso que el paño blanco donde se situaba la Cruz de Borgoña se cambiara al color amarillo–, la bandera fue establecida como el símbolo vexilológico por excelencia de España hasta el advenimiento de la Casa de Borbón con Felipe V.




En la Guerra de Sucesión, ambos bandos habían portado esta enseña en distintas versiones, pero al final de la contienda los Borbones veían imperativo sustituir el anterior diseño por otro: las armas reales sobre paño blanco. Sin embargo, el blanco (propio de la Casa de Borbón), también era el paño utilizado en el siglo XVIII por las distintas ramas de los Borbones que reinaban en Francia, Nápoles, Toscana, Parma o Sicilia, además de España, por lo que Carlos III decidió cambiar el pabellón nacional de España, en su génesis solo para la Armada, para diferenciarse mejor de estas otras naciones.


2. ABC Historia. ¿Por qué dejó de usarse la Cruz de Borgoña como bandera de España?


Con el desembarco de la dinastía de los Austrias, emparentados a su vez con la Casa de Borgoña, se adoptó como elemento común para las banderas españolas de la época y los estandartes militares
La antigua enseña del Imperio español fue usada tradicionalmente por la Casa de Borgoña a modo de distintivo, y con la llegada de Felipe «el Hermoso», casado con Juana «La Loca», desembarcó en la península a principios del siglo XVI. La bandera emplea como elemento central la llamada Cruz de San Andrés, una cruz en forma de aspa (con dos ángulos agudos y dos ángulos obtusos) que representa el martirio de este apóstol. Según una tradición muy antigua, San Andrés fue crucificado en Patrás, capital de la provincia de Acaya, en Grecia. Lo amarraron a una cruz en forma de X y allí estuvo padeciendo durante tres días, los cuales aprovechó para predicar e instruir en la religión a todos los que se le acercaban.



Con la dinastía de los Austrias, emparentados a su vez con la Casa de Borgoña, se adoptó como elemento común para las banderas españolas de la época y los estandartes militares. En tierra, esta bandera ondeó probablemente por primera vez como insignia española en la batalla de Pavíaen 1525 (aunque las aspas rojas eran lisas, sin nudos, y el ejército de Carlos I era más bien hispano-germano), siendo luego la más característica de las utilizadas por los tercios españoles y regimientos de infantería del Imperio español durante los siglos XVI, XVII, XVIII y comienzos del XIX.



La bandera fue establecida como el símbolo vexilológico por excelencia de España hasta el advenimiento de la Casa de Borbón con Felipe V. En la Guerra de Sucesión, el bando perdedor, el austracista, había portado esta enseña, y los Borbones veían imperativo sustituir el anterior diseño por otro: las armas reales sobre paño blanco. Sin embargo, el blanco (propio de la Casa de Borbón), también era el paño utilizado en el siglo XVIII por las distintas ramas de los Borbones que reinaban en Francia, Nápoles, Toscana, Parma o Sicilia, además de España, por lo que Carlos III decidió cambiar el pabellón nacional de España, en su génesis solo para la Armada, para diferenciarse mejor de estas otras naciones.




En la actualidad, la bandera de Borgoña está vinculada casi exclusivamente al movimiento carlista –surgido en el siglo XIX a favor del pretendiente al trono Carlos María Isidro–. No en vano, cabe recordar que durante la primera guerra carlista de 1833-1840, la borgoñona aún seguía siendo la bandera del Ejército, o sea, de las fuerzas regulares de Isabel II (el Ejército no adoptó la rojigualda hasta 1843). Por tanto, aunque muchas unidades carlistas emplearon la bandera borgoñesa durante el conflicto, su vinculación como enseña oficial del bando carlista es muy posterior.




El 24 de abril de 1935, coincidiendo con la reorganización del Requeté, se estableció su vigencia, y durante la Guerra Civil Española distintos regimientos tradicionalistas y requetés carlistas la usaron dentro del bando nacional. Además, a día de hoy, muchas unidades militares mantienen esta enseña en su escudo.



Fuente: legionurbana.org