El supuesto origen de la expresión está en la batalla de Heraclea, que enfrentó al Rey Pirro de Macedonia contra la República Romana, en el año 280 a.C. El Rey macedonio logró la victoria pero a un coste enorme: perdió a 13.000 soldados, casi las mismas bajas que en el ejército romano. Cuando uno de sus oficiales se acercó a felicitarle por la victoria, Pirro afirmó: «Pues, otra victoria como ésta y tendré que regresar a Epiro sólo».
Posteriormente, la expresión «conseguir una victoria pírrica», muy usada en periodismo deportivo, ha quedado para referirse a aquella victoria que se consigue con numerosas pérdidas en el bando vencedor.
No obstante, para consuelo de Pirro de Macedonia, es justo sospechar de que la cita sea producto de la propaganda. Lo más probable es que los romanos quisieran menospreciar a uno de los míticos enemigos de Roma poniendo en su boca una frase que minimiza sus méritos. De hecho, Pirro continuó siendo una importante amenaza para la República años después de la batalla de Heraclea.
Fuente: unapicaenflandes.es