Es muy difícil seleccionar una única batalla como la más famosa o determinante de la historia. Aunque sin lugar de dudas en este ranking debería entrar la batalla de las Termópilas. En el año 480 a.c las ciudades-estado griegas se aliaron para hacer frente a la invasión organizada por el emperador persa Jerjes I. Unos 7000 hombres fueron enviados al desfiladero de las termópilas para intentar frenar al ejército persa, compuesto por unos 300.000 hombres. Durante 7 días consiguieron retener el avance de la mayor maquinaria bélica del momento. Cuando estaban a punto de ser sobrepasados, el Rey Leónidas ordenó la retirada quedándose en el paso de las Termópilas junto a 300 espartanos y unos pocos de cientos de soldados. Durante dos días consiguieron retener a las mucho más numerosas tropas persas, hasta que finalmente fueron rodeados al descubrir los persas un paso de montaña que les permitió rodearlos. Su sacrificio armó de valor y coraje a las restantes polis griegas, que se unieron en un nuevo ejército que logró vencer al Imperio Persa en la batalla de Platea.