jueves, 29 de marzo de 2018

5 cosas que no sabías sobre el Emperador Carlos V ¿O si...?




El que fue Emperador del mundo,  el dueño del del Imperio donde nunca se ponía el sol, nació en una letrina, desafió a su máximo enemigo a un duelo y eligió un pueblecito de Extremadura para jubilarse. Un rey guerrero que vivió con exacerbada pasión toda su vida, la cual terminó cuando solo tenía 58 años.


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1. Nació dentro de una letrina. Cuentan que Juana La Loca confundió la llegada de su primer hijo varón, con una terrible descomposición que se apresuró a solventar. Para su sorpresa no eran restos de una digestión pesada lo que se encontró, sino al futuro dueño de Europa.

2. Hablaba muy mal el castellano. Con los años Carlos V aprendió a valorar la importancia de la tierra de su madre y a hablar con cierta fluidez el español, pero al principio, para un joven nacido y criado en Gante, los reinos españoles le sonaron remotos y poco interesantes. Rodeado de consejeros extranjeros y con un fuerte acento extranjero, Carlos desembarcó el 8 de septiembre de 1517 en España. Tardaría años en conseguir sacudirse la impresión de ser un intruso en sus propios reinos.

Muchos afirman que la clave para mantener a tantos reinos contentos fue simular que la corte estaba en todas partes, cuando en realidad no estaba en ningún sitio fijo.

Además de español y francés, hablaba con fluidez alemán, inglés, italiano y neerlandés. En el caso de este último, también lo hablaba con muchas dificultades.

3. Fue un mujeriego. En la línea de la tradición renacentista, Carlos V fingió emular la supuesta vida de un caballero medieval. A pesar de que solo tuvo una esposa, Isabel de Portugal, si tuvo numerosas amantes antes y después de casarse que dieron por resultado cinco hijos naturales, entre los cuales destaca Juan de Austria y Margarita de Austria, madre de Alejandro Farnesio. Curiosamente su primera amante, Germana de Foix, fue la esposa de su abuelo materno, Fernando el Católico. El monarca aragonés pidió a su nieto que se encargara de cuidar de su esposa si el fallecía. El Emperador se lo tomó al pie de la letra...

4. Retó a un duelo a Francisco I. La rivalidad entre Carlos V y el rey francés, que cayó prisionero en la batalla Pavía, alcanzó cotas de máxima virulencia cuando Su Cesárea Majestad desafió a duelo singular al galo. Francisco, que había incumplido los términos del tratado firmado durante su estancia en Madrid, hizo oídos sordos y, ante la insistencia del español, encarceló al embajador en París e intermediario en el desafío, Nicolás Perrenot Granvela. No obstante, otras versiones aseguran que fue Francisco I el que reclamó el combate singular. 

5. Murió en Extremadura. A los 58 años, Carlos V, desdentado y con la apariencia de un hombre de setenta años, decidió abdicar y retirarse a Cuacos de Yuste en busca de su particular refugio del guerrero y de un clima propicio para la gota. Allí le eran enviados toneles de cerveza alemana y flamenca, sus predilectas; ostras de Ostende; sardinas ahumadas; salmones; angulas; truchas; pasteles enviados por su madre; salchichas picantes; magros chorizos, etc., que no hicieron sino empeorar su estado de salud hasta el punto de tener dificultades hasta para vestirse solo.

Finalmente falleció de fiebre palúdica, causada por la picadura de un mosquito proveniente de uno de los estanques construidos por el experto en relojes e ingeniero hidrográfico Torriani.